Los carteles mexicanos han incrementado la contratación del servicio de militares estadounidenses

Imagen: Francisco Vega

(RT, 6 de agosto, 2013). Los carteles mexicanos contratan a personal militar estadounidense como sicarios a cambio de dinero en efectivo o drogas. Algunos efectivos de las fuerzas armadas de los Estados Unidos trabajan como asesinos a sueldo o entrenendo a los narcotraficantes.

Los carteles mexicanos llevan años contratando a soldados norteamericanos, pagándoles para que asesinen a informantes del gobierno, miembros de carteles rivales y enemigos en sus propias filas, según afirmaron expertos en Fox News.

"Ha habido un extenso problema de miembros de pandillas en el ejército en los últimos seis u ocho años", según declaró Fred Burton, Vice presidente de STRATFOR Global Intelligence. "... es muy preocupante tener individuos con entrenamiento militrar especial y experiencia en combate que estén asociados con los carteles". 

En el 2011, El Centro de Inteligencia de Pandillas del FBI identificó a miembros de al menos 53 pandillas que han servido o están afiliados a la milicia estadounidense. La NDIC ha notado un incremento en violencia relacionada a pandillas a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.

En un caso, Michael Apodaca, un soldado de primera clase de 22 años estacionado en Fort Bliss, Texas, aceptó una oferta de 5,000 dólares del cartes de Juárez para matar a José Daniel González Galeana, un miembro de dicho cartel que trabajaba como informante para el Control de Aduanas e Inmigración. Apodaca, quien en ese entonces tenía 18 años, ejecutó al informante en mayo de 2009, pero, fué capturado por las autoridades y sentenciado de por vida en prisión.

El otro caso es de Kevin Corley, Primer Teniente de la armada estacionado en Fort Carson, Colorado, el cual conspiró para cometer un asesinato por contrato para los Zetas en Noviembre de 2012. Le fueron prometidos 50,000 dólares y cinco kilogramos de cocaína para que condujera una incautación de drogas y un asesinato en un rancho cerca de Laredo. Se le pidió que llevara a su propio equipo de asesinos.

Corley también ofreció dar entrenamiento táctico a los miembros de dicho cartel y robar armas del ejército de los Estados Unidos. Agentes encubiertos que se hicieron pasar por miembros del cartel descubrieron sus intenciones, así que Corley fue arrestado. El ex Teniente de la armada, Samuel Walker, de 28 años, había estado trabajando con Corley y fue acusado de cospiración y de asesinato por contrato.

En mayo, Juan Guerrero Chapa, ex abogado del cartel del Golfo fue hallado muerto en el estacionamiento de un centro comercial ubicado en un concurrido vecindario cerca de Fort Worth, Texas. Las autoridades que condujeron el caso temían que el asesinato hubiese sido perpetrado pur un miembro del ejército de los Estados Unidos.

"Obviamente, la naturaleza de este homicidio y la manera en que fué llevado a cabo indican -y digo indican- una organización entrenada para este tipo de actividad", fué lo que anunció Stephen Mylett, jefe de policía de Southlake, despues de que se encontrara el cadáver. "Cuando lidias con sujetos que fueron entrenados para operara a nivel profesional, cierta precaución me fuerza a pensar que esta actividad fué cometida por criminales bien organizados".

El ejército de los Estados Unidos ya no acepta a aspirantes que tengan tatuajes que simpaticen con pandillas, temen que más de sus miembros presten ayuda a los carteles de la droga cada año -en especial el cartel de los Zetas, el cual es famoso por secuestrar civiles y decapitar a sus enemigos-.

"El FBI tiene la seguridad de que continuarán las labores de reclutamiento de los Zetas", el FBI escribió un boletín el mes pasado advirtiendo que la violencia continuará incrementando a lo largo del suroeste de la frontera.