Personal
El síndrome de Saigón
12/03/2009
— 6:00 pm
Sí, contra lo que sostiene el gobierno federal, los políticos, los empresarios y un número impresionante de analistas, México es un Estado fallido. Como el gobierno de Pakistán, el mexicano es débil al haber perdido control sobre algunos segmentos de su territorio, lo que genera ingobernabilidad y se minan los procesos de democratización, creando santuarios para el crimen organizado y perdiendo en control sobre la sustentabilidad económica. En Pakistán, el terrorismo vinculado a los servicios de inteligencia, tiene en permanente jaque al gobierno; en México, el narcotráfico vinculado a estructuras políticas y policiales, tiene en jaque permanente al gobierno. En ambos, hay segmentos de la sociedad que han optado por el lado del mal. ¿O no es esta una realidad plena?
Con palabras y discursos, o a sombrerazos y enojones, no se resuelve nada y sólo contribuye al griterío. Más aún, abona en el descrédito. El gobierno del presidente Felipe Calderón está reaccionando negativamente a una fuerza que él mismo disparó: la cruzada contra el narcotráfico. El Presidente la elevó rápidamente de lucha, como siempre lo fue, al rango de guerra, sin plantear los términos y los tiempos de esta guerra. Esta palabra era agresiva y mostraba determinación, pero tenía cimientos endebles que no fueron evaluados adecuadamente en el momento en que, espotáneamente, por instinto bravucón, el Presidente decidió que esa sería la definición de la política que en un principio le generó réditos en popularidad. Para continuar hacer click aquí..
AMS: Cool blog. John F.
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