jueves, 4 de abril de 2013

La ONU aprobó Tratado sobre el Comercio de Armas


Eduardo Ruiz-Healy (Jueves 4 de abril de 2013)

La ONU aprobó Tratado sobre el Comercio de Armas

En mis columnas del lunes 7 y martes 8 de marzo de 2011 me referí al mercado mundial de las armas pequeñas y ligeras. Expliqué que  las pequeñas incluyen revólveres y pistolas automáticas, rifles y carabinas, rifles de asalto, subametralladoras y ametralladoras ligeras; y que son ligeras las ametralladoras pesadas, lanzagranadas manuales o montadas, armas antiaéreas portátiles, rifles sin retroceso,lanzadoras portátiles de misiles antitanque y de otros cohetes, lanzadoras portátiles de sistemas de misiles antiaéreos, y morteros de calibres menores a 100 mm.


Cité el sitio www.smallarmssuvey.org en donde se lee lo siguiente: “Se estima que hay unas 900 millones de armas pequeñas en circulación en todo el mundo, producidas por más de 1,000 empresas en casi 100 países. Todos los países –y numerosos grupos no estatales- adquieren armas pequeñas: el Small Arms Survey (Encuesta de Armas Pequeñas o SAS, por sus siglas) estima que su comercialización anual es de más de 6,000 millones de dólares. Los estimados exactos son difíciles y hacerlos se complica por la renuencia de muchos estados para reportar públicamente sobre su producción legal, exportaciones e importaciones de armas pequeñas. El análisis de sus actividades ilegales es aún más difícil. Significativamente, muchos grandes exportadores no son productores importantes de armas pequeñas, con números substanciales de armas pequeñas legalmente ingresando a los mercados ilícitos por medio de corrupción, decomiso o pérdida”.

Anoté más datos contenidos en ese sitio: “En los últimos 50 años, la producción mundial anual de rifles militares de asalto, carabinas, pistolas y ametralladoras ligeras varió de entre 36 millones y 46 millones, con una producción anual de armas pequeñas que fue de entre 700,000 y 900,000. Las investigaciones sugieren que cerca de 80 países actualmente producen municiones para pistolas, revólveres, rifles, carabinas, subametralladoras y ametralladoras. Sin embargo, los productores con la capacidad de fabricar el equipo necesario para producir las municiones para armas pequeñas son menos numerosos. Más de 60 países  actualmente producen sistemas completos de armas pequeñas o componentes. Se sabe que más de la mitad de ellos fabrican partes o sistemas completos de sistemas de defensa aérea portátiles o sistemas antitanque guiados. El otorgamiento de licencias y derechos de producción y la expansión de la tecnología ha permitido que muchos países produzcan armas pequeñas y ligeras sin tener que realizar costosos y tardados programas de investigación y desarrollo. La SAS estima que entre 530,000 y 580,000 armas pequeñas militares se producen anualmente, ya sea bajo licencia o como copias sin licencia”.

También escribí entonces que la industria de las armas pequeñas y ligeras está extendida por todo el mundo y cada año produce entre 700,000 y 900,000 armas. Sus ventas legales llegan a casi 7,000 millones de dólares al año. En 2003 se calculaba que el valor del mercado negro era de unos 1,000 millones de dólares anuales, cifra que al paso de los años debe haberse incrementado sensiblemente.

Se calcula que de las 875 millones de las armas pequeñas que hay en el mundo, 650 millones están en manos de particulares. La propiedad particular es la categoría de mayor crecimiento debido a que los consumidores cada día compran más armas de fuego y que los arsenales militares y policíacos gradualmente van pasando a manos de los particulares.

Como puede apreciarse de los datos arriba anotados, es grave el problema que representan millones de estas armas para los gobiernos de la mayoría de los países, incluidos los principales exportadores de los letales productos.

Por ello, debe ser bienvenida la noticia de que la Asamblea General de la ONU votó ayer a favor de adoptar el Tratado sobre Comercio de Armas que “prohibirá a los estados transferir armas convencionales a países dónde se sabe que esas armas se usarán para cometer o facilitar genocidio, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra”.

154 países votaron a favor de adoptar el Tratado frente a 3 votos negativos (de Corea del Norte, Irán y Siria) y 23 abstenciones.

No es un tratado perfecto, pero es un principio y, la mayoría de las veces, principiar es lo más difícil.

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